"Si lloras porque no puedes ver el sol, las lágrimas te impedirán ver las estrellas". Fácilmente puede uno evocar la célebre cita de Rabindranath Tagore nada más pasar la última página de Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea. La sensación agridulce que provoca la lectura de este delicioso libro de una autora novel (sí, con la v de nueva y la v de joven) se ajusta perfectamente a este pensamiento del poeta. Un libro PARA ADULTOS en el que a través de la voz de un niño se plantean temas de rabiosa actualidad: la ruptura familiar, el racismo, la rebeldía ostentosa de los adolescentes de hoy, la interculturalidad y ... el terrorismo. Porque es precisamente un atentado terrorista que provoca la muerte de una de las hermanas de Jamie, el niño protagonista y narrador de la historia, a quien es imposible no empezar a querer desde la primera página del libro. Un niño que busca el cariño de unos adultos que de alguna manera también murieron aquel fatídico día y que trata de crecer y ser feliz en el sombrío paisaje que se instaló en la vidafamiliar. Su pertinaz insistencia conseguirá resquebrajar el caparazón defensivo de su hermana Jasmine y abrir una vía por la que circule la demostración de su afecto. Que su mejor amiga sea una compañera musulmana pone el contrapunto necesario e inocente (en el mejor sentido de la palabra) a la ceguera de esos adultos ensimismados en el dolor y el odio. En definitiva, un libro muy recomendable que podréis encontrar en breve en la Biblioteca del cole.
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