Cambiar el mundo

Cada 8 de marzo  se nos invita a reflexionar sobre los debes que la historia de la humanidad tiene con la mitad de ella. El mundo ha cambiado desde aquel 1908 pero le queda todavía más por cambiar en muchos lados. Los roles tradicionales,  las religiones, las costumbres... pesan demasiado en algunos lugares y no dejan que el  respeto a los derechos humanos ocupe el lugar primordial que le corresponde. La escuela, sustentada por la sociedad es, y debe ser, una pieza importante en el engranaje de la máquina del cambio. A veces, con pequeñas iniciativas, a veces a través  (¡cómo no!)  de la palabra, de la poesía que anima a animar a los más pequeños a pensar un mundo cambiado, un mundo al revés, al modo de José Agustín Goytisolo:

CUENTO

Érase una vez
un lobito bueno
al que maltrataban
todos los corderos.
Y había también
un príncipe malo,
una bruja hermosa
y un pirata honrado.
Todas esas cosas
había una vez,
cuando yo soñaba
un mundo al revés.