“Harambee era su grito preferido. Significa ‘todos a una’”
Hoy ha fallecido
Wangari Mathai. Una mujer cuyo mensaje es digno de ser dado a conocer a todas las generaciones futuras. Fue Premio Nobel de la Paz 2004. Vitalista y segura de sí misma, madre de tres hijos y no sólo es la primera mujer africana en ganar el Nobel de la Paz (la surafricana Nadine Gordimer ganó el de Literatura en 1991) sino que también fue la primera mujer en África Central y Oriental en conseguir un doctorado así como un decanato de la Universidad de Nairobi. Creó el Movimiento Cinturón Verde (The Green Belt Movement). En su país la llaman “la mujer árbol”, Tree Woman.
“La paz en la Tierra depende de nuestra capacidad para garantizar la supervivencia de nuestro medio ambiente. Maathai encabezó la lucha por promover en Kenia y en África un desarrollo social, económico y cultural ecológicamente viable”, afirmaba el jurado que le concedió el Nobel. Y añadía: “Su enfoque sobre el desarrollo sostenible abarca la democracia, los derechos humanos y los derechos de la mujer en particular. Piensa globalmente y actúa a escala local”.
Wangari Maathai recibió la noticia cuando se encontraba trabajando frente al monte Kenia, su preferido, y lloró recordando a esas miles de mujeres que se habían puesto en marcha en su país para conseguir una vida más digna.
En unas declaraciones para el periódico El País realizadas en 2004, decía:
"La experiencia me ha enseñado que servir a los otros tiene sus recompensas. Los seres humanos pasamos tanto tiempo acumulando, pisoteando, negando a otras personas. Y sin embargo, ¿quiénes son los que nos inspiran incluso después de muertos? Quienes sirvieron a otros que no eran ellos". Como ella misma.
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